Era un jueves y recién por la mañana sonó mi teléfono:
+ ¿Sí?, Quién es? - dije descolgando el fijo
- Hola mamá, te llamo para preguntarte si puede venir Gorka a casa este fin de semana
+Claro hijo, no hay problema, prepararé la habitación de invitados - contesté
- Gracias má, mañana a la hora de comer estaremos por allí.
Nos despedimos y me puse a limpiar la casa, salí a comprar dada la nueva visita y preparé la habitación de invitados.
Al día siguiente a eso de las 13:30 llegaron mi hijo y Gorka, era un chaval media 1.80 y pico, piel morena, ojos verdes penetrantes a contraste de su piel, pelo corto de color castaño y un buen físico de gimnasio cuidado. Nos hicimos las educadas presentaciones, era tímido pero pronto se acomodó y se empezó a soltar:
+ Y... ¿Qué tenéis pensado hacer? - pregunté mirando a Gorka
- pues la verdad es que solo queríamos desconectar de la Universidad, se acercan los finales y queríamos tranquilidad, entonces su hijo me contó de este sitio que era muy tranquilo y bueno aquí estamos - me contestó sonriendo
+ Aquí se vive muy bien, nos conocemos casi todos y tenéis el monte para andar y por dios trátame de tu no soy tan mayor - contesté mirándole y sintiendo.
Al rato de tener una conversación amena con los dos preguntando por lo típico de los estudios y demás serví la mesa y nos pusimos a comer y después con el café después de la comida vimos un rato la TV los tres.
La tarde transcurría amena, viendo la tele, charlando, riendo... lo típico para que una visita esté cómoda. Mirando de reojo a Gorka veía que no paraba de mirarme las piernas, yo andaba con un vestido playero pues hacia buena temperatura, no sé si por el morbo, o por qué no decirlo, Gorka estaba bueno, disimuladamente abrí mis piernas para que viera más allá de mis rodillas. Noté su mirada penetrante intentando ver más allá de lo que podía mostrar pues mi hijo estaba allá y no podía sacar todas mis armas. Allí estábamos disimulando ante mi hijo, él mirando de reojo y yo buscando posiciones para darle a ver. Todo cambió en un segundo pues mi hijo se levantó para ir al baño, en ese momento aproveché para apostarlo todo, me puse de frente a él, abrí bien las piernas y me levanté el vestido, me saqué las bragas y se las lancé, se quedó de piedra, no podía imaginarse y yo tampoco lo que acababa de hacer, me levanté el vestido para que viera mi vagina rasurada y le dije en voz baja:
- si quieres disfrutar de mi esta noche mi cama y yo te esperaremos, guarda las bragas y quedatelas -dije sentándome y volviendo a mi posición inicial.
No dijo nada, se guardó las bragas y a los segundo mi hijo volvió, la tarde transcurría como antes, miradas, provocaciones... pero con mi vagina chorreando.
Bueno llegó el momento, la noche. La verdad estaba nerviosa, no se si Gorka estaba jugando conmigo o de verdad iría a mi habitación a por mi cuerpo y me enseñaría como es un buen macho. Un sonido de pisadas suaves rompe el silencio de la noche, mi cuerpo reacciona, un escalofrío recorre mi cuerpo, un nerviosismo me inunda. La puerta de mi habitación se abre un poco y acto seguido se cierra despacio, alcanzo a encender la luz y ahí estaba Gorka, con una sonrisa mirándome con deseo:
-Al final viniste - dije pícaramente mientras abría la sábana dejándole ver mi cuerpo desnudo.
+ Como iba a desaprovechar esta ocasión dijo desnudándose mientras me comía con la mirada.
Por fin pude contemplar semejante cuerpo desnudo, moldeado por los dioses, tonificado cada músculo de su cuerpo y sorpresa para mi, un trozo de carne de unos 18 cm en reposo venía hacia mi cama, no pude esconderlo, mi cara de asombro lo decía todo:
+ Qué, te gusta lo que ves? - me dijo metiéndose en la cama
No contesté, las ganas de acariciar ese cuerpo me pudieron, empecé a pasar suavemente mis manos por sus pectorales duros como rocas, quería disfrutar de cada músculo, me coloque encima de él, empecé a besar su cuerpo desnudo, bajando poco a poco y disfrutando cada beso que le hacía. Llegué hasta ese enorme trozo de carne, lo agarré con la mano y me llevé su gorda cabeza a la boca. Empecé a repasar su cabezota con mi lengua y noté como empezó a ensanchar y a ponerse dura. Paré y la contemplé erecta, ¡VAYA POLLA! unos 25cm o más, mis ojos se salían de las órbitas contemplando semejante monstruo, nunca la había visto tan grande y ahora la iba a disfrutar de lo lindo. Empecé a lamerme los testículos con lamento es cual perra. Me metía un testículo en la boca lo repasaba y me metía el otro una y otra vez. Gorka no decía nada, solo suspiraba y me acariciaba la cabeza. Me dispuse a comenzar con aquel enorme trozo de carne. Lamí su pene por todas partes sólo utilizando mi lengua y de cuando en cuando los labios pero sin tragarmela, luego bajé el prepucio hacia atrás para dejar descubierto la cabezota, y con la punta de la lengua lamí las gotas del presemen que se había formado en la punta de su pene. En ese momento abrí la boca y fuí introduciendo todo lo que pude de su miembro, una vez que estuvo dentro cerré mis labios, Y ahí comencé el vaiven lentemente hasta la cabeza, repitiendo el movimiento.
Sus manos apretaban mi cabeza contra su pene. Y toda esta situación de estar tragándome el miembro de un tipo al que por pocas horas era todo un desconocido para mi, me excitó más y ya no era el vaivén lento y suave, comencé a tragarmelo, me gustaba su sabor.
Ya era una verdadera mamada y no sé Gorka no gritaba, ya que yo estaba tan caliente que le hacia de todo a esa verga con mi lengua y mis labios, me refregaba por toda la cara, me la volvía a tragar, la lamía, la chupaba, me la tragaba nuevamente, la sacaba. Era toda mía pero todavía no quería que me diese el premio final.
Me saqué el pene de la boca y me puse de cuclillas llevando el pene a la entrada de mi chorreante vagina, de a poco iba bajando por semejante pene, pero ahí perdí el control. Gorka me agarró de los hombros e hizo fuerza para que cayera sobre su pene, un dolor y escalofrío de placer recorrió mi cuerpo, notaba mi vagina llena de semejante pene. Gorka me agarró de las nalgas y empezó a mover mi cuerpo de arriba a abajo sin esfuerzo, bendito gimnasio, pensé. Empezó a realizar fuertes estocadas con movimientos de cadera, mi cuerpo se deleitaba notando como llegaba hasta lo más hondo de mi vagina. Mis senos rebotaban bruscamente ante salvajadas penetraciones. Estaba en la gloria del dolor y placer. Inconscientemente arqueé la espalda pues un orgasmo estaba formándose dentro de mi ser y cual estallido empecé a notar como grandes chorros de mis jugos comenzaron a salir de mi vagina, un orgasmo tremendo, me daban ganas de chillar, de que me oigan de tal tremenda follada que mee estaba dando, pero sabia que no podía pues una de mis manos tapaba mi boca para que no saliera sonido fuerte y no alertar a mi hijo.
Gorka siguió con los vaivenes de las fuertes estocadas, el bufaba cual felino en celo, yo de orgasmo en orgasmo, mi cuerpo estaba fuera de sí, estaba en el cielo del placer, y quería culminar.
Ahora m tocaba a mí controlar la situación. Empecé a subir y bajar por semejante pene, me lo sacaba hasta la mitad y me dejaba caer, notaba como ese pene llenaba más y más mi vagina, notaba sus venas, sus palpitaciones...
No, no aguanto me voy a correr - me dijo entre jadeos.
Mi cerebro reaccionó rápido, NO SE HABíA PUESTO EL CONDÓN, no podía correr el riesgo. Rápidamente saqué su pene de mi vagina y me metí su enorme cabeza en la boca. A los segundos noté como grandes trayazos de semen llenaban mi boca. Tragué todo lo que entró, sin desperdiciar gota alguna, sabía muy rico, dulce incluso, me deleité con su sabor y limpiando tremendo pene. Cuando terminé de limpiarlo nos fundimos en un beso. Terminamos aquella noche haciéndolo una vez más y con un "mañana volveré" cuando salía de mi habitación.
Esa noche recuerdo que dormí como hacías tiempo que no dormía, con el sabor de su semen en mi boca, con mi vagina con abundante flujo saliendo y con las piernas temblando de tan tremendo pene y cogidas.
Hola, cuando veas este mensaje, escribeme a mi correo sarasofia9176@gmail.com quiero hablar contigo sobre el zoo y mas temas prohibidos, te espero amigaaa
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